Ahora hay un principito en mi reino

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domingo, 6 de febrero de 2011

Halleluja 2.0

Sali esa tarde, como muchas otras, directo a mi casa, que en realidad no estaba tan lejos de la escuela.

En ese entonces no lo sabía, o no lo tenia claro del todo. Era envidiada, yo con mi ego sin desarrollo, la humildad perpetua, de una educación speudocatolica, - y digo pseudo por que tanto me jodian con que Dios armaba hecatombes y condenaba almas a diestra y siniestra, que me tenian hasta la madre, +el y todas sus monjas. (Sobre todo las monjas)- y una depreción crónica adolescente, digna de un emo, solo que en ese entonces, no habian emos, no de este lado del mundo. El caso es que era envidiada, no estoy segura cual el objeto de su odio, si mi entonces excelente metabolismo que me permitia atiborrarme de donas, gansitos, etc, sin subir un gramo, y el de que ella "comia sanamente" y pesaba lo mismo que una cria de hipopotamo. O quizas que no tenia el 100% de mi atención, desde que él aparecio. Se suponia que eramos amigas... yo asi lo creia...

Llegue a mi hogar, donde estaba mi novio, comimos, vimos la tele, platicamos de los nefasto que peude ser el mundo, y de lo genial que fue habernos encontrado, cenamos, dormimos  y nos desperto un ser casi sobrenatural, que no era si no la mascota de mi novio, exigiendo su debida atención.

Regrese al colegio, vi a la hermana que la vida me dio, pero la sociedad me negó, nuestros encuentros eran esporádicos, y en cada uno me asombraba el hecho de que sintiera interés en ser mi hermana, osea en ser mi amiga... de nuevo la humildad perene..., queria que ella fuera la primera en saber lo de mi novio, pues por alguna razón, las primeras semanas de noviazgo, las guardo para mi, lejos de opiniones buenas o malas. Pero alguien se me adelanto, esa "amiga" envidiosa, me habia seguido y lo sabia todo, honestamente me importaba una bicoca que asi fuere, sólo me jodia que ella diera la primicia, con bombo y platillo, como si ella misma hubiese ganado el Nobel.

Otra vez clase de algebra... lo que significaba que otra vez iria a la abadia. saque mi llave de su escondite, con lo que no contaba es que la "amiga" me seguiria, iba detras de mi diciendo solodiossabequetantaburrada, yo apretaba el paso, de hecho yo casi corria, pero es en vano, ella media como 2 metros, milimetros más, milimetros menos. Y en ese punto yo ya sabia, que ella sabia todos mis movientos, asi que de nuevo me importó un comino.

Entre a la abadia, y ella detras mio, gritandome que ese lugar estaba prohibido, expresamente por la madre directoda de nuestro plantel...y a mi me importaba un pepinillo sin sal, lo que cualquier monja dijera, con más razón, lo que una compalera dijera.

Y ella también se paso la prohibición por el arco del triunfo, porque entro a los mismos lugares prohibido que yo. La cosa es que habia cierto alboroto, por parte de los 3 trabajadores de la abadia, una doctora en filología, una monja con postgrado en "caerlemalatodalacreación" y un chiquillo que en la vida habia visto.

No me dejaron pasar, por más que le explique que yo tenia la bendición el abad para hacerlo, más que tranquilizarlos, parecio horrorizarlos, en medio de ese revuelo, escuché a la filologa "Faltan 600, y la chica viene con la llave en la mano"
Por la ventana.. el Abad... con cara de martir del medioevo.
Entonces... no pude menos que adivinar... los 600 textos apócrifos de los que se ufanaba el colegio, desaparecieron... y el desgraciado octogenario que se los llevo me iba a colgó el milagrito a mi... aprovechando mis huellas en ese lugar...

Fin.

Moraleja, no confien en las monjas, son diablocas, no confien en los representantes de la iglesía católica, son más malos que un huevo frito sin sal. Cuidense de las amigas stalkers.
Coman Frutas y verduras.

Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

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